Lo frío y lo caliente
PRIMER ACTO
Escenografía: un living de época actual. Clase media decadente. Sobre un sillón un muñeco. Dentro de un vaso sobre una repisa dos agujas de tejer. Luego de algunos minutos ingresa Norma, una cincuentona con bolsa de compras en la mano.
NORMA: Que barbaridad (sale por la puerta que da a la cocina y vuelve sin la bolsa), una cola para el pan, como media hora de cola y encima después te atienden con cara de perro, la gente esta cada vez mas guaranga (al muñeco sin mirarlo), antes no era así ¿no es cierto Rolando?, no, antes no era así, antes la gente era mas amable (mientras habla limpia o acomoda ansiosamente el living) ¿te acordas de doña Rita? Doña Rita, la del almacén, la del almacén que estaba aquí en la esquina, donde ahora hicieron ese edificio de departamentos que parece un postre de sambayon, ¡a quien se le ocurre pintar un edificio de amarillo!, ¿no te acordas?, doña Rita, aquella gordita con cara de nutria, los dientes para afuera, la gordita, pobrecita, que se vino a morir de gripe, ¡que muerte tan estúpida! Seguro que el tano bruto del marido la hizo trabajar igual, porque ustedes los hombres… que muerte mas estupida, de lo mas simpática era… (Se queda pensando) ¿Cómo se morirá una persona de gripe? Estornudara tanto que se ira agotando… o tendrá tanto, tanto liquido en la nariz que no podrá respirar y pafate se ahoga (desaparece por la puerta de la cocina. Se escuchan ruidos de vajilla y armarios) ¿a que no sabes lo que me costo la docena de huevos? (se asoma esperando una respuesta) ¡cuatro mil pesos! ¿Oíste? ¡Cuatro mil! (desaparece otra vez. Se escucha la voz en off) yo no se donde vamos a parar, yo no se. Una mujer de la cola me decía que las cosas van a seguir subiendo, parece que el vecino es gerente, ejecutivo, algo así y lo sabia de buena fuente. ¡Cuatro mil pesos una docena de huevos! Ni que fueran de oro (se escucha una risa y vuelve a asomarse tentada) se me ocurrió un chiste pero no te lo cuento porque sos un zonzo que no te gustan las guarangadas. Después se lo voy a contar a Nelly. A la Nelly le gustan (desaparece otra vez y sigue riéndose algunos segundos) ¡aurora, aurora! (reingresa en el living) ¿no viste a Aurora? ¡Aurora!… que barbaridad nunca la encuentro a esta mujer, cada vez que la necesito no esta; ¡Aurora! El servicio domestico es igual a todo, cada vez peor, por mas que una les de todo lo que puede nunca puede esperar nada a cambio. Si no fuera porque la casa es grande y no doy abasto con todo ya la hubiera despedido. Si, ya se, no digas nada, ya se que vas a protestar porque la Nelly no me ayuda, pero ya bastante hace la chica con salir a trabajar y aca entre nosotros, tu jubilación, mi querido Rolando, no nos alcanza para vivir. (Norma alza un paño que cubre 2 o 3 valijas en un rincón, y en un primer momento las patea con rabia pero luego las reordena) cuatro mil pesos la docena de huevos, imaginate, y decí que soy ahorrativa porque si fuera una de esas que no se fijan donde compran no llegaríamos a la mitad del mes porque la docena de huevos cuesta cuatro mil pesos en el mercado, pero si yo fuera una de esas vagas que con tal de no caminar compran en cualquier lado, otra que cuatro mil pesos. Cinco o si te descuidas seis mil pesos tendríamos que pagar, no se donde iríamos a parar así, porque la verdad Rolando que tu jubilación no es ninguna maravilla. Si, y no me mires así como si estuviera hablando pavadas, ninguna maravilla. Si me hubieras echo caso cuanto te dije y hubieras puesto la rotiseria (Norma continúa su ajetreo. Ajetreo inútil y redundante. Por ejemplo podría detenerse durante largos minutos a limpiar una pequeña fracción de mueble o un adorno, como si se tratara, fundamentalmente de una acción compulsiva mas que de una tarea)
Te lo dije, ¿no es cierto?, mil veces te lo dije, un millón. Me canse de decírtelo y no me pongas cara de fastidio, pero a vos siempre te faltaron las ganas de progresar. Preferiste quedarte en esa oficina miserable, ese cuchitril que ni ventana tenia, ¿tenia ventana o no tenia? No, no tenia, aunque pongas esa cara, pero vos no quisiste cambiar, te falto lo que ya sabemos, eso te falto, y ahora estamos pagando el pato, sino fuera porque Nelly, pobrecita, trabaja, nose que seria de nosotras, y por suerte que gana bien la Nelly, la hija de la vecina de abajo hace mas de un año que busca trabajo y no lo consigue, pobrecita Nelly, suerte que nos salio bien, que a veces protesta pero nos ayuda (se fastidia por la limpieza) …¿y esta Aurora? ¿Será posible? (la busca por la casa. Desaparece por la puerta. Reaparece y vuelve a desaparecer por otra. Reaparece) No esta. Nunca esta, yo no se donde se mete esta chinita de porquería, al final soy yo la que tiene que hacer la limpieza, como si fuera tan lindo hacer la limpieza, y una trabaja y trabaja para que nadie se lo reconozca. ¿o acaso vos me lo reconoces?¿eh?, nunca, el trabajo de la mujer en la casa es el peor que hay, mucho mas sufrido que el de ustedes, pero es claro, el de nosotras las mujeres que lo reconozca magoya (va indignándose) y después de noche se hacen los melosos para que una los satisfaga, ah no; y encima se enojan si una esta cansada, como si no fuera cansador barrer, limpiar, cocinar, lavarle la ropa al príncipe que nunca es capaz de agradecer, claro, porque el abre el placard y encuentra las camisas planchaditas, ordenaditas, pero ¿Quién se las lavó, las enjuagó, las planchó, les puso apresto? ¿Eh?, ¿Quién? ¿Aurora? Por favor, si ésta es una princesa, vos sos el príncipe y ella la princesa y una la estúpida que se desloma para que todo este en orden sin que nadie se lo reconozca (solloza) y ahora no te acerques, no te hagas el buenito, lo que pasa es que fui una estupida, no debí haberme sacrificado, una estúpida fui, nunca aprendí a ser egoísta, nunca, pero a los egoístas les va mucho mejor.
Yo debería haber estudiado para medica como quería, hubiera sido una medica buenísima, mucho mejor que esos sinvergüenzas que por darte una pastilla te cobran un ojo de la cara o uno de esos de la mutual que con tal de atenderte rápido ni te preguntan como te llamás. Preguntale a la Nelly si no sirvo para medica (se dirige a la repisa y por un instante toma las agujas de tejer) preguntale a la Nelly como la ayudo cuando lo necesita. A propósito, ¿Qué hora es? Deben ser las ocho ya, la Nelly debe estar por llegar, ¿Cómo le habrá ido hoy? Pobrecita, siempre llegando tan tarde y cansada, le voy a preparar un té (sale de la habitación y va hacia la cocina. Al cabo de un lapso se asoma preocupada) por favor rolando, no la hagas rabiar a la Nelly, es muy sensible y vos sos medio bruto, no la sabes tratar, si, aunque protestés, no la sabes tratar. A lo mejor lo del Felipe ese es nada mas que un capricho (regresa a la cocina) que feo nombre, Felipe, es un nombre de tipo de mala traza, de avivado, los gangsters se llaman Felipe, una vez conocí a un Felipe que era estafador, había estafado en la fábrica donde trabajaba (duda) no, no lo conocí, me lo contaron, ¿o lo conocí?, no me acuerdo, bah, pero se llamaba Felipe (reaparece) ¿será un gangster el Felipe de la Nelly? (angustiada) yo se que a vos no te gusta y que a lo mejor tenes razón, yo nunca me doy cuenta cuando una persona es mala, soy una ingenua, yo creo en todos, siempre pienso que la gente es buena. Así me va. Como a la viva de Aurora, cuando la tomé creía que era una chinita buena, que me iba a ayudar en casa y, ¿Qué resulto?, una viva que no esta nunca, ni a cobrar el sueldo viene, un desastre el servicio doméstico pero no soy la única, porque te conozco, enseguida me decís que no las sé tratar, que ni siquiera sé manejar una sirvienta, como si ustedes los hombres lo hicieran todo bien (enojada) mirá Rolando, una sola cosa te digo: ojalá a la Nelly no le toque un marido como vos ¡que dios la libre! Y que no se deje engañar como yo, una estúpida fui, te creí todo lo que me dijiste cuando estábamos de novios, no me di cuenta que esperabas que el cura hiciera así (traza una señal de la cruz en el aire) para salir corriendo y desahogarte conmigo. Si, ¡no me digas que no! Nunca mas me llevaste a bailar (nostálgica) ¿te acordás que lindo era cuando estábamos de novios? Íbamos al club… ¿Cómo se llamaba el club?, ese que estaba en la plaza Italia, no, en plaza Italia no, a la vuelta, acordate Rolando…Ah, si el Aragonés, eso, el club Aragonés (toma un escobillón y baila con el) bailábamos, ¿te acordás Rolando que bailábamos? (Canta) bailábamos valses y boleros (empieza a reírse inconteniblemente) y te acordás, ¡ay que gracioso Rolando! (no puede hablar por la risa) ay que risa, no me hagas reír mas que no puedo hablar, ay, Rolando, ¡por favor!, te acordás aquella vez que me sacaste a bailar tango y yo te había dicho, ay que me duele la barriga, basta Rolando, y que no sabia bailar tango, estaba tu primo, ese de los bigotes y me caí (llora, jadea, se atraganta de risa) y me caí en medio de la pista y me preguntaste “que haces ahí” y el cantor no podía cantar de la risa, ay Rolando, basta (la risa va calmándose y reinicia un baile coqueto y seductor con el escobillon, como si fuera excitándose sexualmente), cuando queres sos divertido (timbre) La Nelly, por favor, Rolando, te pido que tratemos de pasar una noche tranquila, no la hagas rabiar, te digo que lo de Felipe es un capricho pasajero… (Norma abre. Entra Nelly, la hija, una mujer de unos treinta y cinco años, vestida y pintada llamativamente denotando inequívocamente el oficio de prostituta. Esta ostensiblemente encinta. Norma la tratará siempre como si fuera una niña. La actitud de Nelly será en un principio la correspondiente a una prostituta, pero luego, como si progresivamente fuera entrando en el juego que le propone la madre, adoptará los gestos, los movimientos y la entonación de una niña angelical e inocente)
NORMA: (besándola y acariciándola) hola, mi chiquita, ¿Cómo estas?¿estas cansada? Veni, deja las cosas aquí y sentate a descansar (Nelly se desparrama sobre una silla) te preparé un té, ahora te lo traigo (desaparece y vuelve corriendo con la taza) ¿no te parece indignante que Aurora ni siquiera sirva para hacer una taza de té?
NELLY: (todavía adulta) pero vieja, hace tres años que no esta Aurora…
NORMA: Era lo que estaba diciendo a tu padre recién, el servicio doméstico está cada vez peor, no puedo contar con esa chinita de porquería para nada, ni para hacer una taza de café (melosa) no es que me moleste hacer una taza de café para mi chiquita que llega cansada, al contrario, preguntale a tu padre, te lo tengo preparada hace un rato, ¿no es cierto Rolando? Desde hace un rato que la tengo preparada (Norma inicia un ritual que consiste en ir despojando a su hija de los atributos externos que configuran el rol de prostituta que ejerce en el “afuera”. Le quita la peluca, le limpia el maquillaje, le quita el corpiño, etc. Y los va desplazando por el disfraz de niña formal y recatada, rol que le corresponde “adentro”. Queda dicho que Nelly acompañará dicha metamorfosis exterior con un simétrico cambio de conducta)
¿Cómo te fue hoy?
NELLY: Bastante bien.
NORMA: ¿Cuántos?
NELLY: Dieciocho.
NORMA: (Orgullosa) ¿escuchaste, Rolando?, ¡dieciocho! Estarás agotada… (Nelly asiente) contame algo mas, vos sabés que mamita se pasa encerrada en la casa como una fregona ocupándose de ese ingrato que es incapaz de agradecer lo que una hace por él. Mira la cara que pone, porque a los hombres les parece lo mas natural que nosotras nos desvivamos por ellos…
NELLY: (Ya es una niña timorata) es que tu padre me saca de quicio, perdoname, son muchos años de aguantar sus desplantes y una es buena, pero la bondad tiene un límite…(cariñosa) bueno, contame algo que haya pasado en el trabajo hoy,…pero esperá que te voy a traer unas galletitas, ¿queres?, si, te voy a traer unas galletitas, te compré las que a vos te gustan, no cuentes nada hasta que yo no vuelva (desaparece y reaparece corriendo como si no pudiera dejar solos a Nelly y Rolando) acá tenés las galletitas, te compre las que a vos te gustan, ¿viste? Siempre me acuerdo de tus galletitas…bueno, contame.
NELLY: Estuve con un marinero sueco que habló todo el tiempo y no le entendía ni jota.
NORMA: Escuchaste, Rolando, con un sueco…
¿Cómo era, rubio, alto?
NELLY: No, era gordo y petiso, morocho…
NORMA: (Desilusionada) ¿seguro que era sueco? No, seguro que no era sueco, era italiano.
NELLY: No, era sueco, mamá.
NORMA: (Terminante) No, era italiano. ¿y que mas?
NELLY: Ah, si, uno de los últimos fue un medico, el dijo que era medico, a lo mejor era apenas un enfermero o un estudiante de medicina y cuando vio la mancha de aquí (se señala la ingle) se enojó mucho y me dijo que yo era un peligro que iba a infectar a todos, que deberían ponerme presa y se fue dando un portazo, un portazo tan fuerte que las demás chicas se asomaron para ver que pasaba.
NORMA: ¡que antipático! Un grosero…
NELLY: Sífilis (preocupada), el también dijo que era sífilis…
NORMA: (Reconviniéndola con muecas, muda, cabeceando hacia Rolando) Otitis dijo la nena, Rolando, vos sabés que ella no es capaz de decir malas palabras, se confundió, no la retes (tomando la cabeza de Nelly entre sus manos como una nenita) pobrecita mi chiquita que le duele la orejita, sana sana otitis de rana, si no sana hoy sanará mañana y mamita le va a poner unas gotitas, ya sabe que mamita le cura todas las nanitas (las dos miran hacia las agujas de tejer en silencio durante algunos segundos, luego se miran entre si, Norma sonriendo con ternura y Nelly asustada, como buscando reaseguro) bueno, ¿Qué vamos a hacer ahora?
NELLY: (Automáticamente, sin emoción, como tratándose de una rutina) jugar.
NORMA: (Exultante) ¡Eso, jugar!
NELLY: (Va entusiasmándose) a jugar, si, vamos a jugar.
NORMA: (Despejando el campo arrima las sillas contra una pared) ¡Aurora, venga a llevar la taza de té! ¡Aurora!¡ es posible, esta chinita de miércoles! Es increíble, una le da un poco de soga y ya se creen las reinas del mundo! (lleva la taza a la cocina) y si a vos te molesta que juguemos, Rolando, te la aguantás.
NELLY: (Al muñeco, con afecto) mamá y yo vamos a jugar, papá, pero no te vamos a molestar.
NORMA: Pero…¡lo único que faltaba! (indignada) que a su alteza le moleste que su hija juegue y se divierta…para que sepas ella estuvo trabajando toda la noche, todo el día, digo, siempre me confundo, dieciocho fueron, escuchaste bien, ¡dieciocho!, mientras vos te pasabas todo el día refunfuñando ahí sentado, sin reconocer nada de lo que tu esposa, ni tu hija hacen para llevar adelante este hogar, si, y no hagás esos gestos porque no te los voy a permitir.
NELLY: Está bien, mamita, no te enojes, disculpalo.
NORMA: ¡Pero como no me voy a enojar con este desalmado, un egoísta, un egoísta que no quiere que tengas un momento de esparcimiento después de haberte deslomado por culpa de que su jubilación no alcanza ni para suicidarse como la gente! ¿eh?
NELLY: Bueno, mamita, calmate.
NORMA: ¿Sabes cuanto costó una docena de huevos hoy, sabes?
NELLY: ¿Cuánto?
NORMA: ¡Seis mil pesos!
NELLY: (Admirada le sigue el juego) ¿seis mil pesos?
NORMA: Seis mil. Y decí que camino las dos cuadras hasta la feria, que no soy vaga (provocando a Rolando) que me preocupo por mi hogar, que si no, no se cuanto pagaríamos la docena de huevos. Ah y vos tesorito haceme acordar que después te cuento un chiste verde liadísimo que se me ocurrió.
NELLY: ¡Ahora, contámelo ahora!
NORMA: No, ahora no, porque el que te dije después me lo echa en cara, que te voy a echar a perder, las pavadas de siempre.
NELLY: ¿Vamos a jugar?
NORMA: ¿A jugar? Bueno, estoy agotada de trabajar en la casa, pero si vos me lo pedís lo hago con gusto, tesorito, mi queridísima.
NELLY: Juguemos a “la araña y la mariposa”.
NORMA: No, vamos a jugar a la “princesa y el dragón”.
(Las dos mujeres excitadas corren hacia un armario del que toman elementos para disfrazarse grotescamente. Debe ser evidentemente que se trata de un juego totalmente codificado, jugado miles de veces. Norma se disfraza de caballero andante y Nelly de princesa)
NORMA: (Ata el extremo de una cadena al tobillo de Nelly y el otro a la pata del sillón de Rolando) vos haces de dragón, Rolando (las dos excitadas posesionadas) Empecemos.
NELLY: (Finge sollozar) Ay, que triste que estoy, acá presa en el castillo, presa por este pérfido dragón que me ha raptado, ay que infeliz que soy…
NORMA: (Su caballo imaginario caracolea) ¿de quien es esa voz que parece de un coro de Ángeles? ¿Quién llora con esas lágrimas que parecen perlas cultivadas? Pero… ¿Qué ven mis ojos? Ahora vos, Nelly.
NELLY: ¡Ay, quien será el valiente caballero que me saque de aquí, quien será el valiente caballero que…(vacila) que…
NORMA: (Fastidiada) que ose…que ose…nunca te acordás de esa palabra.
NELLY: …Que ose combatir con ese pérfido dragón!
NORMA: ¡Yo soy ese valiente, mi bella dama, yo arriesgaré mi vida para liberaros de esa inmunda alimaña!
NELLY: ¡Oh, mi hermoso paladín!, paladín era, ¿no?, mi hermoso paladín, ¡si derrotas al dragón te haré mi esposo y serás el rey de la comarca!
NORMA: ¡Allá voy, asqueroso reptil! (lucha espectacularmente un rato “contra” Rolando rozándolo con el “sable” que revolea a diestra y siniestra) ¡lo maté, lo maté! (jadea satisfecha) y ahora mi bella princesa ¡eres libre! (Nelly se desembaraza de la cadena y finge montar el caballo de Norma) ¡vamos ahora, sol de mi vida, galopando hacia la felicidad!
(Madre e hija ríen contentas desembarazándose de sus disfraces)
NORMA: Salió lindo, ¿no es cierto? (Acariciando a Nelly) Mi chiquita lo hizo bien, muy bien mi tesorito. Lastima que nunca te acuerdes de “ose”. (es hacia Rolando) no pude estudiar mucho, pero burra no soy. Te imaginás si hubiese estudiado, pero esas son cosas de hombres, las mujeres solo servimos para barrer, cocinar… ¡Ah, si me dejaran ser presidenta por un día, un día nada mas, solamente un día! ¡Cómo cambiaría todo! En fin, para que hacerse mala sangre. La verdad es que tu padre tampoco estuvo del todo mal. A veces me da miedo que sea tan bruto, me da miedo que te golpee, un día se va a creer que es un dragón enserio y nos va a comer a las dos (mira a Rolando con recelo)
NELLY: ¿Y ahora a que jugamos? (siempre esforzándose por impedir que sus padres disputen)
NORMA: A lo que vos quieras, tesorito.
NELLY: A “la araña y la mariposa”
NORMA: (Terminante) No, vamos a jugar al “Nazi sanguinario”.
(Norma y Nelly entusiasmadas se disfrazan de soldados americanos”
NORMA: (A Rolando) vos sos el nazi, ya lo sabés.
NELLY: ¿Empiezo?
NORMA: Si, amorcito, sos un tesoro.
(Se echan al suelo y avanzan cuerpo a tierra parapetándose detrás de los muebles. Disparan sus armas y arrojan granadas)
NELLY: O.K. John, ya sabes las órdenes que tenemos.
NORMA: Yes, Richard, debemos atacar la fortaleza enemiga para apoderarnos del plano secreto, solo así podrá salvarse nuestra patria.
NELLY: ¡Cuidado John!…allá esta el enemigo.
NORMA: ¡Tienes razón, allá veo al despiadado nazi que custodia la fortaleza! ¡Sus ojos están inyectados de sangre!
NELLY: Escucha John, si no regreso dile a mi novia Susan que siempre la amé, que no la olvidé jamás.
NORMA: Calla Richard, no seas tan lúgrube.
NELLY: Se dice “lúgubre”, mamá.
NORMA: “Lúgrube”, no me discutas y seguí jugando, no seas pavota.
NELLY: Tengo un mal presentimiento. Se que voy a morir en la demanda.
NORMA: Calla Richard, ahorra saliva y pensemos una táctica para deshacernos de ese nazi infecto, de esa bestia sanguinaria.
NELLY: (Poniéndose de pie y corriendo hacia Rolando) ¡Yo iré, cúbreme con la ametralladora y dale saludos Susan! ¡Sé feliz con ella! ¡Siempre supe que tu y ella se amaban en secreto!
NORMA: ¡Espera, Richard, te matará! ¡Ese perro te matará!
(Nelly rueda por el piso y cae a los pies de Rolando, inmóvil. Norma sale también de su escondite y corre hacia Rolando y lo ametralla con furia, estrepitosamente) ¡Maldito nazi bestia humana, has matado a mi mejor amigo! ¡Ahora te ha llegado tu turno, toma, toma, toma, recibe tu merecido! (luego se arrodilla junto al “cadáver” de Richard y llora) ¡Oh, Richard, ofreciste tu vida por salvar la mía! ¡Susan y yo nunca te olvidaremos, la patria nunca te olvidará! (hunde su cara en el cuerpo de Nelly e imita el sonido de una trompeta tocando en silencio. Luego ambas se reincorporan eufóricas)
NELLY: ¡Que bien que lo hiciste mamá, que bien!
NORMA: Vos fuiste la que estuviste bien, queridita, ¿Cómo se te ocurrido eso de “morir en la demanda”? fue lindísimo (dejándose caer en una silla cansada) Bueno, basta de jugar que tu padre esta cansado.
NORMA: (Relajada, feliz) Ah, que bien se está así, en familia… ¿no es cierto, Rolando? No hay nada mejor que tener una familia, lo peor que puede pasarle a una persona es no tener familia, estar sólo en la vida. Yo siempre digo que la familia es como una cucha de perro, lo que protege al ser humano de los sinsabores, de los contratiempos, de las zancadillas que la vida le hace a una (contenta con la frase) Hay veces que me agradaría escribir, sino fuera porque una tiene que andar todo el santo día atrás de calzoncillos, camisas, pañuelos, a lo mejor sería escritora.
NELLY: (Grave) Vos ibas a ser médica, mami.
NORMA: (No la escucha) Cuando tengas tu propia familia, mi amorcito, vas a entender eso que te digo. Pero para eso falta tanto, ¿no es cierto?, tanto…
(Sobreviene un silencio denso)
NELLY: Papito, a mi me gustaría que conocieras a Felipe…
(Cohibida, busca la mirada de Norma para reasegurarse)…a mi me gustaría tanto que Felipe entre a esta casa, que lo conocieran (Ahora se dirige a mamá) ¿eh mamá? Me gustaría tanto invitarlo a cenar con nosotros, aunque no sea mas que a tomar un café, cinco minutos y se va, un poquito así…
NORMA: Esas cosas, ya lo sabes, las tiene que decidir él (Señalando a Rolando).
NELLY: (Anhelante) ¿Lo puedo invitar, papá? (queda esperando una respuesta) ¿eh?
NORMA: (De un salto se Interpone entre padre e hija) Sabés que a tu padre no le gusta que toques mas ese tema, sabés que no le gusta, mirá la cara que pone…
NELLY: (Iniciando un sollozo desesperada) ¿Pero por que? ¿Pero por que?
NORMA: (Abraza a su hija, protectora) Porque a tu padre no le gusta Felipe, por eso, porque no le gusta, ya te deberías haber dado cuenta, como si no conocieras a tu padre.
NELLY: Pero Felipe es bueno, no me tutea, me lleva a pasear por el rosedal, apenas si me agarra de la mano para cruzar las calles y me habla del futuro, de la casita que vamos a hacer (llora abiertamente, refugiada en su madre) ¡nuestros hijos van a ir a una escuela religiosa!
NORMA: (Compungida, teatral) Te lo pedí, Rolando, cien veces te lo pedí, que no me la hicieras rabiar a la nena, pero pareces sordo, yo no se que tenes en el cerebro, como si te gustara hacer rabiar a mi tesorito, mi pichoncito…
NELLY: (Fuera de si, como queriendo abalanzarse sobre Rolando) ¿Por qué, porque no me dejás hacer mi vida?… como todas las chicas que salen con sus novios, se casan y tienen hijos y forman un hogar como ustedes dos. ¡Yo también quiero formar un hogar!
NORMA: Bueno, Nelly, calmate, mi Nelly querida. ¡Sos un desalmado, Rolando, nunca la vas a terminar, siempre conseguís que esto se convierta en un infierno, sos un mandón, un egoísta como todos los hombres, solamente les importa lo de ellos! (Las dos lloran juntas, aliadas), lo nuestro no importa, si el señor quiere que mi tesorito se quede soltera, lo va a conseguir porque lo único que le importa es imponer su voluntad, los demás que se embromen…, mi tesorito, si te contara todo, si supieras todo lo que te escondo para no hacerte daño, para que no conozcas que clase de hombre es tu padre ( A Rolando) ¡y vos no me mirés así porque no me voy a callar, aunque me pegués, aunque esta noche te abusés de mi!…
(Nelly sigue llorando en sus brazos y progresivamente va adoptando la actitud de una bebita en posición fetal y con los ojos cerrados)
NORMA: Vos no traigas a Felipe, largálo, cortá con el, vamos a darle una lección a este señor, después cuando se dé cuenta que te arruinó, de que te quedaste soltera, de que sos una vieja sola como un perro, entonces se va a arrepentir y va a venir a pedir perdón y entonces mi amorcito, sí, así quietita, pobrecita mi chiquita, no lo vamos a perdonar nunca aunque llore, patalee y grite al cielo no lo vamos a perdonar ( el llanto de Nelly se va acallando como dormida) sabe mi pichoncito, que se embrome por malo y por egoísta, ya me arruinó a mi, me convirtió enana fregona y ahora la va a jorobar a mi nena querida (la voz de Norma se va suavizando arrullante, como se habla a una bebita a punto de dormirse. Nelly comienza a chuparle el pecho), como todos los hombres, lo único que les importa es desahogarse y chau, si te he visto no me acuerdo, mi chiquita, arrorró mi nena, malo papá, es malo, arrorró mi sol, pupa a papá que le hace nana a mamita y a mi tesorito, duérmete mi niña, duérmase mi sol…( la voz se extingue y durante varios minutos Norma permanece acunando a Nelly en sus brazos, en una escena tierna, por fin Nelly abre los ojos)
NORMA: (Maternal) ¿ya estás tranquilita? ¿Se le pasaron los nervios a mi amorcito? ¿Si? (Nelly asiente infantilmente), bueno, así me gusta, así me gusta, una bebita con una carita tan linda y unos ojitos tan marroncitos ¿de quien son esos ojitos? (Nelly está feliz) ¿y esas manitos?, con unas uñitas tan sucias, tan sucias las uñitas, no importa, después mamita se las va a limpiar, y esa pielcita tan suavecita, suavecita como un gatito, el gatito de mamá, el gatito que mamá mas quiere en el mundo, hasta el cielo la quiere su mamita, porque Nelly chiquitita es buenita y preciosa, y esa pancita gordita (ambas se ponen serias), esa pancita gordita que le queda tan fea, una pancita picarona que se tiene que ir, a la que nadie invitó, una pancita que vamos a echar. ¡Fuera pancita! (Se miran en silencio. Norma sonríe tranquilizadora) ¿vamos? (Nelly parece hipnotizada por la mirada de su madre) vamos mi angelito que mamita no le va a hacer doler ¿eh?, un minutito y ya esta, y si se porta bien mami mañana le va a hace el postre de gelatina con frutas que tanto le gusta a Nelly chiquita ¿eh? (Nelly asiente con su cabeza. Ambas se reincorporan como en una ceremonia, Nelly muy infantilizada, Norma recoge las agujas de tejer y se alejan hacia el interior de la casa. Norma vuelve atrás)
NORMA: (A Rolando) ¿Te pongo la radio, viejo? ¿querés?, a ver si escuchas uno de esos noticiosos que tanto te gustan como si alguna vez dieran noticias buenas, puras desgracias pasan, ¡tenés cada costumbre vos! (enciende una radio antigua al máximo. Norma habla desgañitándose para hacerse entender), ¿esta?, bueno, y no espíes que vamos a hacer cosas de mujeres, lo único que falta ahora es que quieras meterte también en nuestras cosas, que fenómeno… (Norma sale y detrás suyo Nelly. Pro encima del ruido de la radio, música, avisos, al cabo de unos segundos comienzan a escucharse gritos de Nelly, desgarradores, terribles. Después se silencian. Reaparece Norma con las agujas de tejer en las manos. Ningún cambio en sus emociones)
NORMA: ¡Aurora! (Ingresa en la cocina. Se escucha llamar a Aurora en off. Reingresa en el living) Es increíble, esta chinita no está, nunca está, ni su ropa está en la pieza de servicio. Voy a tener que limpiar sola toda aquella inmundicia. Yo no sé para que se emplearán de mucamas si después son incapaces de cumplir con lo que se les pide y si fuera una de esas que las trata como animales, pero no, yo a Aurora la traté bien, como si fuera una persona, pero es inútil (vuelve a la cocina y regresa con un trapo de piso y el cepillo de fregar. Desaparece en el interior de la casa) hace muchísimo que no la veo.
(Reingresan Norma y Nelly juntas. Nelly ya no está embarazada. Muestra un vientre plano. Su aspecto es el de una niña modelo. Su cuerpo doblado en dos por el dolor. Pálida)
NORMA: (Fascinada le acomoda el pelo, le arregla el vestido. La acaricia) ¿viste Rolando? ¡Que preciosa está!… parece un hada, es preciosa mi chiquita, preciosa. Si, claro, vos dirás que soy una exagerada lo que pasa es que vos no escuchás las cosas que yo escucho cuando voy a hacer las compras, los cuentos sobre las chicas de hoy, un espanto, no se donde vamos a parar, en cambio mi Nelly es un amorcito y ahora sin la pancita está bonita como siempre (primero pellizca y luego toma un cosmético para colorear el semblante demacrado de Nelly) Bueno, ahora a dormir, ya es tarde y las chiquitas tienen que irse a la cama porque mañana hay que despertarse temprano para trabajar, ya sabés que a papá no le gusta que Nelly bonita se quede despierta hasta tarde, se enoja papito (va conduciendo a su hija hacia la puerta) ¿dieciocho hoy? ¡Que barbaridad! ¡Cuantos!, estarás cansadísima. Dígale hasta mañana a su padre.
NELLY: Mamá…
NORMA: ¿Qué, palomita?
NELLY: El chiste verde… (en un hilo de voz, aniñada)
NORMA: Claro, mamita se lo prometió. Ahora termine de despedirse de su padre.
NELLY: (Tierna) Hasta mañana, papá.
(Norma ha recogido una caja de música y desaparece con su hija. Se escucha un murmullo y luego las risas de ambas festejando el chiste. Al cabo de unos segundos reaparece Norma y reinicia sus evoluciones arreglando y limpiando obsesivamente muebles, adornos, etc. La melodía de la caja de música suena hasta la extinción).
NORMA: (Constatando que no se escucha el carrillón) Se durmió, el tesorito se durmió. Estuviste mal, Rolando, con lo de Felipe, no deberías haberle contestado así, viste que nerviosa se puso, es muy sensible la Nelly, ya se que vas a decir que era tu deber, pero a lo mejor es nada mas que un capricho pasajero, la chica no es sonsa así que seguramente se va a dar cuenta que alguien llamado Felipe no puede tener buenas intenciones, bueno, lo cierto es que vos no te llamabas Felipe y tampoco tenías buenas intenciones, no se como no me di cuenta antes, una estúpida fui, la misma estupida de siempre, tan simpático que eras durante el noviazgo, un caballero ¿te acordas, Rolando? Cuando íbamos a Palermo (Nostálgica, teatraliza lo que va relatando), vos me ayudabas a subir al bote, así, me tomabas del brazo y después remabas y me contabas tus planes, la casa que íbamos a tener, los viajes que íbamos a hacer, íbamos a ir a la India ¿te acordás?, íbamos a andar en elefante y nos íbamos a disfrazar con esas túnicas y después íbamos a volar a Francia y en París me ibas a llevar al Follies Bergere, y que gracioso, ¿te acordás?, nos peleábamos por la fila, vos querías ir a la primera fila y yo no quería, yo quería ir a la sexta porque en la primera no se veía bien, hay que estar con la cabeza así, y vos insistías, y yo entonces me enojaba y vos, para hacernos amigos otra vez, me comprabas un helado de chocolate (Suspira) Que lindo, Rolando, todo rosa, pero al final resultó una trampa, ni la India, ni las bataclanas ni nada, resultaste un tramposo, ni la casa con jardín llena de hijos, nada (solloza) resultaste un tramposo como todos los hombres, mis padres tenían razón, nunca estuvieron contentos con que me casara con vos, te querían, pero se habían dado cuenta que eras un hombre sin ambiciones, egoísta, no eras un buen candidato, si, no pongas esa cara, hacete el vivo, decí que tengo a la Nelly, que sino mi vida sería un calvario, y te salvaste porque la moral no me deja divorciarme que sino me hubiese ido hace rato, pero siempre fui una zonza, nunca me doy cuenta de las cosas a tiempo y después ya era demasiado tarde, igual que con Aurora, la vi una chinita tan poca cosa, una fachita de mosca muerta, que pensé que me iba a servir y la tomé, pero igual tengo que hacerlo todo yo, ella es incapaz de mover un dedo. ¿Vos crees que lava una taza o le pasa un trapo a los muebles o se ocupa de las compras?, no, todo lo tengo que hacer yo y eso no es vida, Rolando, una fregona soy. Ya se lo que estas pensando, que soy una protestota, y ahora vas a decir que te deje tranquilo, pero lo que pasa es que vos nunca te pones en mi lugar, nunca me entendiste (etc., etc.) (Norma sigue hablando ininterrumpidamente mientras la escena se va desvaneciendo en forma graduada)
SEGUNDO ACTO
(La misma escenografía del acto anterior)
NORMA: (Ordenando y limpiando como una continuidad del acto anterior)… y yo me dije, ese detergente debe ser mas caro no porque se mejor sino porque le hacen mucha propaganda y después la que paga los avisos es una, y tenía razón porque no hay ninguna diferencia entre uno y otro, casi la mitad del pecio (Repite lo de las valijas del primer acto) que hora es, Rolando, ¡las ocho!, Nelly ya esta por llegar, le voy a decir a Aurora que prepare un té, como le habrá ido hoy, pobrecita, que buena es, sino fuera así vaya a saber… (Timbre) Ahí esta, Rolando, por favor, si, no pongas esa cara, te lo vuelvo a pedir, te lo vuelvo a pedir, porque o sos sordo o lo haces de gusto, pero siempre terminan peleándose vos y ella y yo teniendo que aguantarme el embrollo (Abre, entra Nelly con el mismo aspecto de prostituta del primer acto. Está embarazada otra vez) Hola, mi chiquita, como estas, que suerte que llegaste, mamita siempre se pone contenta de que llegues, si no fuera porque vos existís mi vida no valdría la pena vivirla, vaya a saber lo que hubiera echo yo si vos no hubieras nacido, vení, sentate, deja las cosas aquí, sacate todo eso que te molesta (Inicia la operación de desvestirla de “prostituta” y vestirla de “niña”. Nelly aparenta estar desganada o malhumorada) ¿pero que le pasa a mi chiquita, que es esa carita? ¿no es cierto, Rolando, que la nena no tiene buena carita? (Nelly no da la impresión de estar tan pasivamente sometida a las imposiciones maternas. Por ejemplo se desviste y viste mas activamente) Te voy a traer el té y te vas a sentir bien enseguida, le pedí a Aurora que te lo preparara, pero siempre no me hace caso y entonces primero termino de vestirte y después…
NELLY: No, andá, yo termino…
NORMA: Bueno, en seguida vuelvo.
(Al quedarse sola Nelly mira fijamente a Rolando)
NELLY: (Murmura) Papá…papá… (Como descubriendo la palabra)
NORMA: (Regresando de la cocina) Pero a que no te imaginás que paso, es increíble…
NELLY: (Seca) Que Aurora no había preparado nada, eso pasó.
NORMA: Justamente, adivinaste, Adivinaste, Aurora no había movido un dedo, como si le hubiera hablado a la pared, peor que una pared porque una pared no hará nada, pero por lo menos una sabe donde está, una la puede tocar, ensuciar, rascar, lo que quiere, en cambio a Aurora andá a encontrarla si sos bruja (Nelly ya esta vestida). A ver preciosa, parate que quiero verte, si, estas hermosa (Nelly gira sobre si misma desganadamente) siempre tan rica y tan buena, decí que yo siempre me ocupo de que estés presentable, que si fuera como una de esas madres que ya sabemos, y si fuera por tu padre, pero en fin, para que vamos a hablar de eso, para amargarte la tarde, mejor contame como te fue hoy.
NELLY: (Mecánica) Nueve.
NORMA: (Decepcionada) ¿nueve?
NELLY: Nueve.
NORMA: Que pocos…
NELLY: Es que llovía. Cuando llueve la gente no sale a la calle.
NORMA: ¡Es cierto que llovía! Me había olvidado de la lluvia, ay, que me pasó una cosa tan graciosa en la feria, resulta que una gorda de la otra cuadra, una gorda de lo más antipática que se cree que por tener auto puede andar con la nariz parada, iba cruzando la calle cuando pasó un 92 a toda velocidad y la salpicó íntegra, parecía un pollo mojado (Norma ríe, Nelly ajena) como si le hubieran derramado un balde en la cabeza y las palabrotas que decía. Parecía un camionero…
NELLY: (Conmovida, hacia Rolando) Hoy, papá, me acordé que a veces me ibas a buscar a la escuela y me comprabas pochoclo, una bolsita de pochoclo.
NORMA: (Interponiéndose) Dejalo a papá, sabes que no le gusta que lo molesten, cualquier cosa que uno le diga siempre son pavadas para el, vení, descansá, que no habrán sido mas de nueve pero hoy llovía y cuando llueve hay mucha humedad, y esa casa, la verdad que esa casa es muy húmeda, vos y las demás chicas deberían protestar, ¿no es cierto, Rolando?, mirá si soy zonza, a quien le voy a preguntar, el, que nunca se animo a pedirle aumento de sueldo al patrón que era una monada de bueno, un caballero, de lo mas amable, a mi siempre me saludaba, dos apellidos tenía, dos apellidos de veras y no como esos que juntan cualquier cosa, Spedaletti con… Mowikovsky.
NELLY: Pero me compraba pochoclo a la salida del colegio.
NORMA: (Inquieta) Mirá si se va a acordar de esas cosas… dejalo tranquilo, a ver si se impacienta y nos arruina la tarde (Melosa) ¿Ahora la bonita y la mamita van a jugar, eh?
(Es evidente que Nelly se dispone a jugar con una actitud mucho menos dócil que en el primer acto. Para Norma representará un esfuerzo extra sostener el entusiasmo de la escena)
NELLY: (Decidida) A “la araña y la mariposa”.
NORMA: No, a eso no, vamos a jugar a…
NELLY: (Muy decidida) A “la araña y la mariposa”.
NORMA: (Entre sorprendida y desconfiada) Bueno, si insistís…vos hacé de mariposa como siempre.
NELLY: No, mami, hoy la mariposa sos vos.
NORMA: ¿Yo?… ¡Que caprichosa que estas hoy, nena!
NELLY: (Al muñeco, con afecto) A vos, papito, te toca hacer otra vez de araña.
NORMA: Bueno, si mi chiquita lo quiere así, mi chiquita caprichosa, asi se hará (inicia el juego) Había una vez una mariposita muy linda, bellísima la mariposita, a la que Dios Nuestro Señor había pintado de colores muy hermosos, el Creador se había pasado días y días pintando sus alitas con fucsias, con bermellones, con terracotas…
NELLY: ¡Que colores tan raros, mami!
NORMA: (Fastidiada por la interrupción) Son los colores mas lindos, nena deberías saberlo, y si no te callás no me puedo concentrar en el juego… la mariposita volaba de flor en flor, de una anémona a una caléndula, de una estrelicia a… a… (No se le ocurre otra flor de nombre difícil) bueno, bah, a una margarita (Norma, transportada, teatraliza lo que relata, agitando sus brazos como alas. Mientras Nelly ha ido prestando una progresiva y tierna atención al muñeco, distrayéndose de las palabras y acciones de su madre) y vuela que vuela la mariposita de flor en flor, feliz en su libertad, gozando de la primavera, agitando sus alas bajo un sol radiante que le sonreía desde lo alto del firmamento, te lo dije nena, yo podría haber sido una gran poeta.
NELLY: (Ajena) Poetisa, mami.
NORMA: (Sin interrumpir sus exageradas y cursis evoluciones) No seas burra, nena, poetisa es un poeta chiquito… y vuela que vuela, vuela que vuela, hasta que de pronto (Trágica) no se dio cuenta que la araña malvada había tendido una telaraña entre dos ramitas para atraparla y (Norma se arrodilla frente al muñeco y finge estar enredad e inmovilizada) ¡socorro, socorro! La mariposita ha quedado prisionera de la horrible araña, socorro, la mariposita bellísima, la preferida del creador del Universo está en peligro, a punto de ser aniquilada, destrozada, devorada por la pérfida araña! (Norma se sacude frenéticamente, echando miradas de terror hacia Rolando. Nelly está conmovida; como si no supiera que actitud tomar) ¡Salváme, Nelly, que este imbécil me va a matar!… ¡socorro, socorro, Nelly!…Nelly, ¿se puede saber que estas esperando para librarme de esta araña inmunda? Cuando vos haces de mariposa yo siempre te salvo, ¡ahora me tenés que salvar vos!… ¡socorro! (Nelly ya no vacila. Ha decidido mantenerse al margen) ¡salváme, idiota, que la araña me va a matar, salváme de una vez! (Finalmente Norma finge extraer un cuchillo de entre sus vestimentas y apuñala al muñeco. Se pone de pie, agitada y furiosa) ¿se puede saber que te pasa a vos, eh? ¿Qué querías, que me matase, eso querías? Tu madre a punto de morir en manos de esta bestia peluda y vos impávida ahí, mirando, como si no te importara un comino… no se que te pasa hoy Nelly, podría haberme matado, veías que estaba a su merced y te quedabas ahí quieta como una estúpida, ¿o querías que me matara? (Alterada) ¿eso querías? ¿Después que yo me desvivo con tal de hacerte todos los favores? ¿Eh?, bueno, ¿tenés ganas de jugar o no?, porque sino yo tengo cosas que hacer en la casa, así que decidite, ya bastante tengo con aguantarlo al que te dije (Recomponiendo su papel de madre amante) Disculpame Nelly, lo que pasa es que no te sentís bien, eso pasa, esa casa tan húmeda, muy húmeda es, tenés una carita rara hoy, bonita como siempre, pero rara…
NELLY: (Suave) quiero seguir jugando.
NORMA: ¿Si?, entonces yo dejo todo lo que tengo que hacer para hacerle el gusto a mi chiquita.
NELLY: No, no quiero jugar (Norma la observa impaciente) Mejor quiero que me contés algo, si, quiero que me contés algo.
NORMA: (Recelosa) ¿Qué mi cielo?
NELLY: (Contundente) Mi nacimiento.
NORMA: Pero… ya te conté tantas veces, mejor ju…
NELLY: ¡Otra vez, quiero que me lo cuentes otra vez!
NORMA: ¿Delante de el? Vos sabés que a el no le gusta que te cuente intimidades y hoy no estoy para aguantar desplantes de nadie.
NELLY: El me compraba pochoclo en el carrito de la esquina. Yo tenía guardapolvo blanco y el un traje gris. Hoy me acordé.
NORMA: Vamos, si a Rolando nunca le gustó que comieras porquería por la calle y si a veces comías era solamente porque yo a escondidas de el…
NELLY: Y había unas manzanas muy coloridas y brillantes con pochochos pegados… contame el nacimiento, mama, te lo pido.
NORMA: Esta bien, te lo cuento, y vos Rolando no te metás que ya me estás empezando a agotar la paciencia con eso del pochoclo y las manzanas, ¡lo único que faltaba! (Retoma el tono melifluo) Resulta que yo escribí la cartita a París pidiendo un angelito y después de algunos meses vino la respuesta favorable, iba a ser madre, iba a suceder aquello a lo que toda mujer aspira, el milagro de la vida toda…
NELLY: La cuerda mamá (Va hasta un cajón y toma un trozo de esta cuerda, se la alcanza a Norma)
NORMA: (Entusiasmándose, dejándose llevar por el relato dramatizado. Ambas mujeres van disponiéndose de tal manera que Nelly asomará entre las piernas de su madre. Se trata de la representación de un parto)
Y entonces el vientre cobró vida, y comenzó a empujar a mi angelito hacia la luz, yo era inmensamente feliz, sufría pero era inmensamente feliz, mientras tu padre, ¿Te acordás Rolando?, se paseaba de un lado a otro del cuarto sin saber que hacer, cada minuto venía y me preguntaba como estaba, si estabas echo un zonzo, Rolando, no sabías que hacer, que pregunta tan estúpida, ¿y como iba a estar yo?, feliz estaba, unos dolores terribles pero nada me importaba porque era para que mi angelito viviera (Norma jadea mientas habla. Como los pujos de un parto. Nelly aplastada debajo de su peso) pero de pronto, ¡peligro! ¡Socorro!, ¡el cordón se había anudado al cuello de mi hijita! (Rodea el cuello de Nelly con la cuerda y comienza a ahorcarla) ¡Culpa tuya, Rolando, culpa tuya porque sos un pecador y aquí tenemos el pecado divino!, no debíamos haber abusado de la confianza de mis padres, debíamos haber esperado, y aquí tenemos nuestro castigo, Nelly querida se va a morir (Norma profiere unos gritos desgarradores y puja, como en trance; Nelly esta a punto de asfixiarse, morada) ¡una hija debe ser hija del amor, y no del sexo, Rolando! ¡A los hijos hay que desearlos con el corazón y no con la pistola! Por favor que se salve, que se salve, si se salva voy a consagrar mi vida a respetar las buenas costumbres y a hacerlas respetar, ¡por favor! Por favor… (Súbitamente suelta la cuerda y se incorpora. Nelly al borde de sus fuerzas y semidesmayada se derrama exánime. Norma queda unos segundos en éxtasis, “iluminada”) ¡se salvó, se salvó, Rolando, mi hijita se salvó, el milagro se produjo! (la toma en sus brazos para acunarla al igual que en el primer acto) mi chiquita adorada, mi angelito, mi belloncito de lana, mi titita, la preciosita que esta viva gracias a mamita, la mamita que la quiere tanto (Le acaricia la barriga) ¿y esos ojitos tan bonitos de quien son?
NELLY: (Aún con los ojos cerrados en un murmullo) Basta, mamá.
NORMA: (Se interrumpe sólo fugazmente. Hace de cuenta que no escuchó nada) ¿y esos ojitos tan bonitos que cuando miran parecen dos luceritos?
NELLY: Basta, mamá.
NORMA: ¿Qué Nelly, que dijiste? (Espantada)
NELLY: (Incorporándose) Que basta, dije que basta.
NORMA: (Como alcanzada por un golpe. Reculando) ¡Vos también tuviste que decirla, esa palabra, vos también!
NELLY: Sí, basta: be, a, ese, te, a, “basta”.
(Norma se abalanza ante su hija y ambas forcejean, luchan, se revuelcan, siendo evidente que Norma no logra dominar a Nelly. Luego, ambas jadeantes, cejan en la contienda física)
NORMA: Esa palabra de mierda (A Rolando) Vos se la enseñaste, ella aprendió de vos a tratarme así (Intenta recuperar una conducta amorosa y meliflua) pero Nellita, pichoncito, yo te salvé de ahogarte, estabas a punto de asfixiarte.
NELLY: Mentiras, mamá, eras vos la que me ahorcabas.
NORMA: ¿Cómo podes decir que no es cierto que te salvé?
NELLY: Yo no digo que no me salvaste. Lo que digo es que me salvaste de que vos misma me ahorcaras.
NORMA: Pero te salvé.
NELLY: Pero me ahorcabas.
NORMA: No te voy a salvar más.
NELLY: Basta (Serena)
NORMA: Te voy a pegar.
NELLY: Basta.
NORMA: Me voy a morir.
NELLY: Basta mamá.
NORMA: (Derrotada) ¿entonces?
NELLY: Entonces vos vas a ser vos y yo voy a ser yo.
NORMA: (Eco) Vos vas a ser vos y yo voy a ser yo…tengo miedo, Nelly, tengo miedo.
NELLY: (Conmovida) Yo también.
NORMA: ¿Cómo será eso?
(Nelly se encoge de hombros con una sonrisa. Hay un clima de ternura y tristeza entre ambas mujeres. Nelly se dirige hacia un rincón donde se ocultan las valijas y las instala junto a la puerta)
NORMA: No te vayas, te necesito.
NELLY: Yo también, mamá.
NORMA: (Esperanzada) ¿y entonces?
NELLY: Entonces basta.
(Las dos mujeres se miran en silencio, con despedida, luego cada una, como si hubiera sido un momento previsto desde hace tiempo buscan los elementos para armar una muñeca)
NORMA: No querés que te deje la panza lista antes, vas a quedar mas linda.
NELLY: Este es de Felipe, mamá, y va a nacer y después va a tener que pelear conmigo para poder crecer.
NORMA: No lo nombres a Felipe que tu papá va a hacer el mismo escándalo de siempre.
NELLY: Yo voy a ser yo, vos vas a ser vos y papá va a ser papá. No, ningún escándalo, mirá (Lo nombra a Felipe varias veces mirando a Rolando) Papá me compraba pochoclo a la salida de la escuela.
(Durante el diálogo ambas han ido armando una muñeca similar a Nelly y de un tamaño aproximado y mismo estilo que Rolando)
NORMA: (Señalando la panza de Nelly. Enjugándose una lágrima) Vas a ver cuando ella te gane, que difícil que es, te vas a acordar de mí.
NELLY: Ojalá que me gane, ojalá que yo pueda perder.
NORMA: Cuando diga esa palabra maldita.
NELLY: Bendita.
NORMA: (Suspira) Bendita.
(Han terminado de armar la muñeca. Nelly se despoja de sus vestimentas de “niña” y se las coloca a la muñeca. Luego la instalan en una silla al lado de Rolando. Se escuchan golpes en la puerta)
NORMA: (Excitada, contenta) ¿Felipe? (Nelly asiente con la cabeza) ¿tiene cara de gangster? (espía por la mirilla) No, no tiene cara de… ¡Esta impaciente, mira su reloj y tiene una bolsita de pochoclo en la mano! (Corre hacia Rolando pero se corta a mitad de camino. Nelly está desnuda como no sabiendo que actitud tomar. Norma parece tener una idea y desaparece en el interior. Regresa con un vestido de novia polvoriento y amarilleado por el tiempo) Te acordás Rolando, lo cosió mi tía Porota. Pobre la tía Porota, un día salió de su casa, ya era viejita y no volvió nunca mas (comienza a vestirla a Nelly) nunca más, la buscaron por todas partes y no la encontraron nunca, bueno, tan bien no la deben haber buscado, pero ni velorio tuvo, desapareció. ¡Aurora! Esta chinita podría venir a ayudarme.
NELLY: (Acomodándose el vestido frente al espejo) Mamá, Aurora se fue hace tres años, gritó la palabra y se fue, ¿te acordás?
NORMA: Claro, claro que me acuerdo, te creés que soy idiota, gritó “basta” y dio un portazo que rompió el espejo. ¿Cómo no me voy a acordar?… pero que se haya ido no quiere decir que no la siga llamando, la voy a seguir llamando todo lo que se me de la gana, aunque no la encuentre nunca, porque a estas una les da un poco de soga y se creen las reinas de la creación, en cuanto pisan el pavimento ya se creen las reinas. (Nelly, vestida de novia, se pavonea ante su padre) Este seguro que te va a encontrar defectos, nunca hay nada que lo conforme, me pasé la vida tratando de conformarlo sin que jamás, pero jamás, escucháme lo que te digo, haya sido capaz de reconocerlo, ¿sabes lo que pasa? Que en el fondo el hubiera deseado un hijo varón, porque las mujeres no servimos para nada. (Otra vez los golpes en la puerta. Nelly corre hacia la puerta. Norma hacia las agujas de tejer) Tomá, te las regalo, yo ya no las necesito (Nelly hace un ademán de rechazo) llevalas, las vas a necesitar (Señala la panza. Nelly guarda las agujas y luego se quedan mirándose honda, tierna y tristemente. Es la despedida. Es evidente que establecen un pacto mudo)
NELLY: ¿Qué hago, mamá voy o no voy? Necesito pensarlo, ¿Por qué no me traes una taza de té?
NORMA: Enseguida te la preparo, esperame aquí, te la voy a hacer yo misma (Cuando Norma desaparece Nelly se desliza hacia el exterior con sus valijas. Antes de cerrar mira hacia Rolando)
NELLY: Siempre me voy a acordar del pochoclo, aunque haya sido una sola vez. Lástima papá.
(Cuando Norma reingresa a la habitación sólo están Rolando y la muñeca)
NORMA: Ah, no te fuiste, me parece bien, nunca conocí ningún Felipe que valiera algo, todos unos sinvergüenzas, pero vos sabés que soy una mujer de ideas amplias así que por mi, si hubieras decidido irte lo hubiera aceptado, pero tu padre, ya sabés como es el, si, y vos no me pongas esa cara porque no me voy a callar, bastante me callé toda mi vida, cuando yo era chica, los mayores siempre tenían razón y una calladita, guay de que una quisiera decir esta boca es mía, nada, los mayores siempre tenían razón, aunque estuvieran equivocados siempre tenían razón, y una siempre sonriente y planchadita, ni una arruguita, impecable, si papá, si mamá, si señorita maestra, si a todo el mundo, amable y bien educada, como cuando me hacen decir versitos, si había visitas la nena decía versitos no había vuelta que darle (Se ha ido emocionando melancólicamente) y yo era buena, como querían mis padres, no era cuestión de darles disgustos, buena y complaciente, aunque una tuviera ganas de hacer pis si los mayores querían hay que decir el versito, por ejemplo, vos Rolando hace de papá y vos Nelly hace de mamá, yo les voy a contar como era, había visitas y entonces la nena, yo, tenía que decir el versito, me moría de vergüenza o tenia ganas de jugar con las muñecas pero si los mayores querían había que decir el versito ( lagrimea acongojada. Rolando y Nelly deben parecer imponentes, severos) “Los Pescadores” de Juan B. Grosso.
De madrugada
Los pescadores
En sus barquitas
(Recita como una niña sorbiéndose las lágrimas es evidente que lo hace a disgusto, sufriendo)
Van a la mar
Llevan sus redes
Y sus canciones
Los aguerridos
Lobos de mar.
Cuando anochece
Llegan al puerto
Vienen cargados
Con su manjar.
Corvinas negras
Lisas y rayas
Ostras, merluzas
Y mucho más.
(Continúa moviendo los labios mudamente y dicha acción se transforma en un trabajosísimo y mudo intento de vocalizar la palabra basta)
APAGON GRADUAL