¿RESTAR O SUMAR?
Sr. Director del Diario “La Nación”
s/d
De mi mayor consideración:
He leído con mucha atención el artículo del destacado periodista Claudio Jacquelin ( “Pacho O’Donnell o Spielberg”) en el que afirma que mi proyecto de rebautizar tres cuadras de la avenida Sarmiento con el nombre de Rosas está en línea con la metáfora nacional de sólo “restar y dividir”.
Mi opinión es otra: esa tendencia que lúcidamente diagnostica Jacquelin se vigoriza en las dificultades argentinas de restañar las “restas y divisiones” fundamentales de nuestro pasado. Sobretodo las resultantes del conflicto entre unitarios y federales, que es, dicho en términos modernos, la madre de todas nuestras disputas, también de las actuales.
La intensidad de la polémica suscitada revela que el tema no pertenece al pasado sino que goza de una vigorosa actualidad a desentrañar. Es que no se trata de un debate sobre próceres sino entre distintos proyectos de nación, aún irresueltos y vigentes. No es de extrañar entonces que la apasionante representatividad de Sarmiento y de Rosas sea mayor que la de los candidatos por quienes la ciudadanía se apresta desganadamente a votar en los próximos días.
Negar u ocultar nuestros conflictos vertebrales sólo servirá para su perpetuación. El psicoanálisis mostró que lo reprimido provoca síntomas y tiende a repetirse. Y que la forma de resolverlo es llevarlo a la superficie de la conciencia, traducirlo en palabras para ser escuchadas, favorecer su manifestación aunque ello provoque sufrimiento. Lo mismo sucede con la historia, y las consecuencias de negarnos a ese debate será la recurrencia, tan ostensible en nuestros días, de la incomprensión, el revanchismo, el agravio.
No soy rosista (nada malo hay en serlo), solo pretendo ser un historiador ecuánime. Y no es Spielberg quien debe ocuparse del tema sino los medios de comunicación, como ejemplarmente lo ha hecho La Nación, dedicando espacio y pasión a la polémica. También el ponderado artículo del Sr. Jacquelin.
Saludo a Ud. muy atte.